martes, 22 de enero de 2013

Alcázar de San Juan o Castillo de Salamanca

Ubicado en la Peña Celestina, sólo pueden verse los restos de esta fortaleza que fue construida sobre los restos de otra anterior aunque no están muy seguros de cuándo tuvo lugar la construcción del Castillo Viejo ya que la documentación es escasa. Lo que sí consta es que los restos que ahora podemos ver son de una fortaleza reedificada con el infante Don Sancho en 1280, realizada por Raimundo de Borgoña.
 

Paseo del Alcázar de San Juan
La documentación relata cómo el alcázar era de Don Pedro Maldonado quien, por orden del rey Juan II de Castilla, fue obligado a entregarlo a Fernández Álvarez de Toledo, Conde de Alba, aunque pocos meses después retornó a Maldonado. Este vaivén es debido a las conocidas luchas entre los bandos y los conflictos de la Nobleza y guerras civiles por la Corona de Castilla.

En 1474, se llevó a cabo el derribo ejecutado por el Concejo de la Ciudad de Salamanca a instancias de los Reyes Católicos, interesados ambos, en acabar con su uso como refugio de la nobleza levantisca y otros "malhechores". Sus restos pasaron a ser propiedad del Concejo, siendo ocupado el solar con los restos de la fortaleza por el Convento de los Padres Cayetanos.

Las estructuras principales conservadas se reducen al basamento de un inmenso torreón realizado en mampostería irregular y pizarra, técnica constructiva propia de los siglos XI al XIII. Este torreón se adapta a la línea conformada por la Muralla Altomedieval de Salamanca, la conocida como "Cerca Vieja". A escasos metros del torreón, inicia su recorrido parte de la "Cerca Nueva", en la cual se abre un vano a modo de portón rectangular que daría acceso desde la Vaguada de La Palma al interior de la fortaleza y que cerraría el embudo formado por la Vaguada y el Arroyo de La Palma al enlazar en línea recta con el Cerro de San Vicente.

Otra torre de menor envergadura se halla a la derecha de la anterior, igualmente adosada al paramento externo de la "Cerca Vieja", edificada sobre una plataforma de sillares de arenisca de datación incierta que une ambas estructuras y sirve de asiento a una escalera de probable factura moderna. La torre presenta tres fases constructivas, unos grandes sillares de granito, una intermedia de sillares de arenisca medieval y un remate final en cal y ladrillo macizo de estilo neo-árabe, único resto del desaparecido Cuartel de Intendencia de principios del siglo XX.

Actualmente la zona está reformada y muy cuidada siendo un lujo pasear por la Vaguada de la Palma y el Paseo del Alcázar de San Juan aunque su pronunciada cuesta hace que sea mejor bajar desde el Campus de Ciencias hasta el río. Es un buen sitio para ver los fuegos artificiales que se hacen en el Puente romano los días de de San Juan y de la Virgen de la Vega, patronos de la ciudad, o las procesiones de Semana Santa que cruzan el Puente Romano.

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